En este artículo explico cómo hago la revisión, desmontaje, limpieza y reparación de la gran y pequeña sonería, la repetición a minutos, y el escape dúplex calendario de un French Royal exchange.
Mi cliente en Londres me envió un correo que tenía un magnifico reloj French con problemas en las sonerías. Nunca me imaginé cuando tuve el reloj en mi mano, el gran tamaño, peso, calidad y conservación del reloj. Me sorprendió a primera vista el excelente estado de conservación, realmente tiene muy poco uso y parecía revisado recientemente. Pero inmediatamente aprecié los problemas en la repetición a minutos a demanda con la palanca, y en la repetición de al paso, que cada 15 minutos se dispara con el mecanismo y el funcionamiento del reloj. Esta sonería puede ser de dos formas, solo toca los cuartos de hora, o las horas y los cuartos. Afortunadamente el conjunto de volante y escape está en perfectas condiciones y originales, el eje, volante, la rueda de escape y rodillo de cristal.
No me son desconocidos estos mecanismos, y me pongo a examinar independientemente por separado cada sonería. En el caso de la repetición voluntaria era más grave la avería. Las dos campanadas de cada cuarto las daba juntas, sin separación como si fuera una sola campana, no tocaba correctamente ni cambiaba a pequeña sonería, siempre actuando la gran sonería con horas y cuartos.
Tras horas de examinar el reloj, desmontaje y primera limpieza, verificando cada componerte por todos sus lados y funciones, comprobando todos los problemas que acusaba el reloj, llegué a la conclusión de la reparación se debía de enfocar desde el respeto al reloj. Me gusta respetar las piezas originales de los relojes, si se puede, porque nos siempre es posible. En un reloj como esté me centré en cómo solucionar el problema respetando lo original.
La avería había sida producida por una mala manipulación en el reloj, al intentar desmontar la repetición con tensión en su muelle real, habían forzado una de las uñetas con una rueda de acero al quitar el cerrojo de la sonería, le faltaba un trocito y el desgaste al tocar hizo el resto. También vi que a la sierra de horas le faltaba un pasador, que hace actuar el cambio de las sonerías en grande y pequeña. Por último una palanca no hacía bien su función de disparo, se agarrotaba al soltarse y no llegaba al final de su recorrido, produciendo errores.
Empecé a ver ciertos desgates y holguras que me hicieron pensar en jugar con ellos, para cambiar la altura en el que la rueda de arrastre de los cuartos tocaba en la uñeta, así lo hice haciendo diferenciar las dos campanadas de cada cuarto, solucionando el problema sin sustituir ni tocar ninguna pieza original.
El fallo en la palanca que no se desplazaba bien, era fruto también del desgaste pero fue mucho más complicado de apreciar y solucionar. No es normal que una palanca con un resorte haciendo tensión en ella, yo llegue a desplazarse hasta el final de su recorrido. Esta palanca actúa por dos sitios, por un lado es alzada por el piñón de los minutos cada cuarto de hora, y por el otro dispara la sonería, pero no siempre la disparaba y llegaba al final de su recorrido. En este sistema entra en juego un trinquete con su resorte que retiene o deja suelta la sonería en el momento apropiado, que fallaba continuamente agarrotándose. Hubo que pulir los roces del diente del trinquete, y ajustar correctamente el disparo y cierre de la sonería, para que todo funcionara con suavidad de nuevo. Reponer el pasador de la sierra de horas y la sonería al paso empezó a funcionar correctamente.
La repetición de minutos a la demanda, hubo que corregir desgates en los centros de los mazos, sincronizar bien la sonería que no estaba bien sincronizada, por ello la punta de la sierra de minutos, el lector que detecta si tiene que dar catorce minutos o cero, se haría doblado, tiene poco más de un milímetro de largo, y no actuaba en su posición en la estrella de minutos. Había que arriesgarse a enderezarlo, si se parte habría que soldar un nuevo lector, para no hacer toda la sierra de las horas completa. Destemplé con mucho cuidado la punta, el lector no la sierra, la deje plana en su posición y pulí para que no se notara el color azul del acero destemplado.
Después de el ajuste de las sonerías y solucionar los problemas, verificando su funcionamiento correcto, procedí a desmontar otra vez completamente el reloj, para su segunda limpieza y ajuste final, son varios días los que ha estado el reloj encima de la mesa solucionando los problemas, ahora otra vez limpio y engrasado está listo para ser disfrutado por su afortunado dueño.